Nos encontramos con una atmósfera londinense, tenebrosa e inquietante, tachonada de oscuros callejones como cicatrices de un ciudad eminentemente nocturna y ancestral, donde la criminalidad y lo
fantasmagórico formaban parte del paisaje urbano.
Dan (inspector de Scotland Yard), acompañado de su inseparable ayudante Stella y, en menor medida, del estrafalario Inspector Simmons, se enfrentará a una larga serie de criminales que
merecerían ser reunidos en un Museo de Cera para ellos solos.
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