Don Cesar de Echagüe, rico hacendado del Pueblo de Nuestra Señora de los Angeles, que impartía justicia valiéndose de un revólver de seis tiros y, sobre todo, de su extremada inteligencia.

Echagüe tiene dos facetas en su vida; cuando se presenta en su realidad de millonario amante de los placeres de la buena mesa, displicente, apocado y poco amigo de discusiones violentas, salvo las intelectuales, donde enreda a sus adversarios con sus inteligentísimas argucias.

Pero cuando la necesidad impera surge la persona de El Coyote, valiente y justiciero, rápido y certero con el revólver y siempre haciendo triunfar a la Justicia.

Guadalupe, su segunda esposa y sabedora del secreto desde que era una simple criada de la Hacienda de San Antonio, residencia señorial del enmascarado y siempre codiciada por los ocupantes extranjeros.

Luego resulta ser más rica y de más alta cuna que su marido, al ser una De Torres, de la más rancia nobleza mejicana.

El pequeño César, que sigue los caminos de su padre, armado de su misma intrepidez pero desprovisto de su preclara astucia.