Blueberry nació de la mente de Jean Michael Charlier y el lápiz de Jean Giraud el 31 de octubre de 1963, en pleno apogeo de la "nouvelle vague" francesa, detalle que invitó a sus creadores a otorgar a su criatura de papel cierto parecido al actor Jean-Paul Belmondo, de moda por aquel entonces encarnando roles de carácter rebelde en manos de cineastas con nuevos bríos como el sin par Jean-Luc Godard. El nuevo vaquero, convertido posteriormente en una leyenda del cómic a nivel mundial, se movía, además, en ambientes sórdidos y decadentes, ofreciendo al lector una visión diferente del Oeste, alejado de la imagen glamourosa difundida por el western hollywoodense.

Estas características permitieron al novedoso icono convertirse en el dinámico estandarte de la juventud contestataria de la época, los agitados años sesenta. Pero el poder simbólico del renovador héroe de tebeo fue perdiendo fuerza a medida que sus vivencias pasaban por la mesa de trabajo de otros autores con pocas ganas de ponerse reivindicativos, a diferencia de los inventores del mítico pistolero, aficionado a la bebida, el dinero y las mujeres.

Las viñetas dibujadas por Giraud, artista de mayor proyección bajo el pseudónimo de Moebius, álter ego del dibujante, más surrealista y transgresor cuando se escuda detrás de tan llamativo apelativo, describían el comportamiento de un antihéroe de dudosa moral, emponzoñado de dudas existenciales, acorde a la época que lo vio nacer, una visión que chocaba frontalmente con el clásico protagonista de las historias del Oeste, generalmente de semblante elegante y principios rectos.